Un municipio nacido de la piedra

Alpedrete es un municipio de la Comunidad de Madrid conocido por sus canteras, de las que se extrajo granito para construir monumentos como el Monasterio de El Escorial, el Palacio de Oriente o el Valle de los Caídos. Esas canteras que dieron vida y economía a la villa se localizan en un entorno natural apreciado por su flora y por su fauna. Alpedrete está nominado, junto con otros municipios de la zona, a convertirse en Reserva de la Biosfera; y ha pedido la inclusión de sus canteras en el Catálogo de Humedales de la Comunidad de Madrid.

La importancia de los ecosistemas del municipio ha llevado al Ayuntamiento de Alpedrete a convertirse en editor de guías públicas y gratuitas que ponen en valor su entorno natural. Se han editado dos: “La Flora de Alpedrete. Árboles y bosques, comunidades arbustivas y especies herbáceas” y “Aves de Alpedrete”. Está prevista la edición de otras dos que detallando las especies de setas y de anfibios y reptiles. El propósito de estas guías es profundizar en el conocimiento de los ecosistemas que existen en el municipio y quienes los habitan.

Alpedrete es un municipio pequeño respecto a sus vecinos en los que a extensión geográfica se refiere. Ocupa el puesto 169 de los 179 municipios que existen en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, ocupa el vigésimo lugar en densidad de población (unos 1127 habitantes por kilómetro cuadrada).

El último dato censal cifra en 15.202 el número de habitantes en una villa cuyo primer censo data de 1591. Lo realizó Tomás González que consignó que en el municipio vivían 36 familias y un clérigo, con un total de 168 “almas”, como se denomina en aquel registro. Los primeros asentamientos tuvieron lugar hace aproximadamente 4.000 años, según los restos megalíticos encontrados en el municipio. Se han documentado un dolmen, dos hachas de piedra pulimentada, un cuchillo y una punta de flecha de sílex, un pequeño puñal, y fragmentos de cerámica lisa y decorada.

Hay dos teorías sobre el origen de Alpedrete. Una asegura que los árabes apreciaron la fertilidad de los valles de Guadarrama y fundaron una población a la que llamaron Al Pedrete por su abundancia de canteras. Otra indica que el origen hay que buscarlo en tiempo de los romanos y su nombre primigenio vendría de Ad Petrum.