Identificar y proteger las aves

6 diciembre 2015
Categorías: Medioambiente
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Anilladores del Centro de Migración de Aves (CMA), que pertenece a la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), capturaron en Alpedrete 26 ejemplares de 12 especies diferentes, de las cuales 4 especies son migradoras de largo recorrido o transaharianas: Colirrojo real, Mosquitero común, Mosquitero musical y Papamosca cerrojillo. Dos son consideradas como migradoras de corto recorrido: Curruca capirotada y Petirrojo europeo. Y 6 son aves sedentarias o residentes: Lavandera cascadeña, Chochín común, Mirlo común, Curruca cabecinegra, Herrerillo común y Agateador común.

Fue el resultado de una la mañana de trabajo en la Dehesa Municipal de Alpedrete que demostró la importancia del anillamiento para el estudio científico de la migración de las aves. En Europa se han anillado 115 millones de aves desde que el danés Mortensen comenzara a usar esta técnica hace un siglo. Actualmente, en Europa se anillan 4 millones de aves cada año y se recuperan unas 90.000 que aportan información precisa sobre los hábitos migratorios de cada especie.

Construcción de cajas nido
La misma Dehesa Municipal de Alpedrete ha acogido las cajas nido realizadas durante el taller impartido por la Asociación para la Defensa de la Naturaleza de Madrid (Adenama). Con esta iniciativa se ayuda a determinadas aves insectívoras de interés forestal que son trogloditas, es decir, utilizan los huecos naturales que se producen en el tronco y ramas gruesas de los árboles para nidificar y para protegerse de las inclemencias atmosféricas o de la acción depredadora de sus enemigos naturales.

En nuestros pinares y más concretamente en los montes repoblados, los huecos naturales son escasos o no existen, ya que todos aquellos árboles defectuosos, enfermos o viejos y que paradójicamente, son los únicos productores de oquedades idóneas, son retirados del monte como medida de prevención sanitaria. Como consecuencia, la avifauna insectívora forestal que depende vitalmente de la existencia de estos huecos desaparece o es marcadamente escasa.

Los nidales o casetas-nidos, suplen la carencia de huecos naturales, lográndose con este sistema de protección un incremento generalizado en las poblaciones de aves insectívoras trogloditas y su estabilidad y permanencia en el ecosistema forestal, con el consiguiente beneficio que ello representa en la lucha contra los insectos nocivos.

Taller-de-anillamiento-científico.pdf

 

Modelos-de-caja-nido.pdf

 

Cajas-nido-para-aves-insectívoras-1.pdf

 

Comederos-para-aves-1.pdf

 

Construcción-de-caja-nido-1.pdf