“Yo te grito Santa!, porque lo eres”

18 mayo 2017
Categorías: Festejos

Con estas palabras Hovik Keuchkerian Burgui ha iniciado el pregón en honor de Santa Quiteria. El pregonero de 2017 tomaba la palabra en la Plaza de la Villa, presidida por la Santa, después de salir en andas desde su ermita y subir hasta la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Alpedrete, donde permanecerá hasta finalizar las fiestas. Hovik ha tomado el relevo de los pregoneros de 2016: Pedro, Sandra, Miriam y Carolina, los niños y niñas que honraron a Santa Quiteria hace un año, con otro lenguaje, pero con idéntica emoción, respeto y ternura.

El pregón 2017 dice así:

SANTA QUITERIA

¡Yo te grito Santa!, porque lo eres.

Vosotros gritarle Quiteria, porque lo es.

Encarcelada en prisión, entre paredes de piedra y reja, grises y oscuras ambas

pasando soles y lunas sin la batuta del tiempo,

sin saber aún que tus lágrimas serían para nosotros, fuente bendita de vida, Santa lluvia.

Cumpliendo tu condena paterna por luchadora, por guerrera, por mujer libre de raza.

Defendiste, casi antes de que los siglos fuesen siglos,

tu derecho a elegir, a decidir, a abrazar tu fe,

a hacer tu propio camino, a herirte tus propias heridas, a curar tus propias llagas,

a vivir regida solo por el mandato de tus entrañas divinas.

Cautiva,

quizás por designio divino,

quizás porque así debía de ser,

quizás porque el destino es un señor caprichoso al que nunca se le lleva la contraria… o si por muy conocedor de las almas humanas que sea.

Como si conocer y alma pudiesen ir en la misma frase.

cautiva, presa, condenada ya,

la Virgen María se te apareció,

y como si del tercer grado se tratase, te viste milagrosamente fuera de prisión

huyendo lejos del alcance de tu padre, romano de alta cuna.

En tu peregrinar, para salvar tu latir, encomendándote a Dios, suplicaste a tu Ángel custodio:

“que no me falte agua durante el camino”

“donde quisieras beber hallarás una fuente que no se agotará jamás y será bendita”, respondió tu Ángel.

Los ángeles solo hablan cuando tienen algo importante que decir,

cuanto nos queda por aprender de los ángeles.

Perseguida como una presa a la que dar muerte,

solo para reparar el mal entendido,

“honor de los hombres”,

que tanto daño ha hecho, hace y seguirá haciendo.

Perseguida buscaste refugio, cobijo, escondite en el hueco de un árbol.

En esta película en blanco y negro y rojo sangre,

Judas resultó ser un pastorcito que clavó,

como si de los clavos de Cristo se tratase,

su papel de delator.

Ya pasada a cuchillo, ya degollada, ya martirizada…

Ya muerta, para lo que a los vivos es morir,

ya santa, para lo que a los muertos santos es nacer,

ya haciéndose en las tierras de Marjaliza tu sangre barro

semilla con las entrañas de la madre tierra para florecer inmortal

ya estando tu cuerpo inerte pero santo

los perros del pastor delator lamieron tu sabia roja pura hecha regadío,

y rabiando, rabiando, rabiando hicieron del pastor judas su presa

que malherido lavó sus heridas en tu fuente bendita, y súbitamente……. Sanó.

¿Milagro? ¿Historia? ¿Leyenda?…. no lo sé. Yo no estaba.

Estoy aquí, hoy, ahora.

En esta plaza de piedra milenaria.

Contemplando tu manto, tu palma de martirio, tu cruz como legado,

tu perro pastor a tus pies,

con el peine en su boca, que es su cuchillo de vergonzosa matanza.

Estoy aquí, hoy, ahora,

mirando a tus ojos de Santa, de Mártir, de mujer bendecida,

de Santa mujer mártir.

Mujer, como tus mayordomas que te cuidan, la ermita que te guarda, la piedra de tu cantera que te protege.

Y mujer como la lluvia.

Me oyes Santa,

como la lluvia que es tu alma eterna para nosotros, hecha lágrimas cada mes de mayo.

En esta plaza con venas de piedra del pueblo de Alpedrete,

Arropando todos tu santa figura mártir,

como tú suplicaste a tu ángel custodio

“que no me falte agua durante el camino”

Yo, como humilde pregonero

aquí, hoy, ahora

os suplico a vosotros, alpedreteños y alpedreteñas,

que nos hermanemos a una sola voz, a una sola garganta, a un solo pulmón, a un solo grito

de pasión dura de piedra, pasión tierna y húmeda de musgo y lluvia.

Que haga sonrojarse de orgullo por su pueblo a nuestra Santa.

Yo te grito Santa!, porque lo eres

Vosotros gritarle Quiteria, porque lo es.

¡Santa!

¡Quiteria!

¡Santa!

¡Quiteria!

¡Santa!

¡Quiteria!

¡Viva Santa Quiteria!

¡Viva!

¡Viva Santa Quiteria!

¡Viva!

¡Viva Santa Quiteria!

¡Viva!

Que corra el vino amigos, salud.

 

Alpedrete, 18 de mayo 2017

Hovik Keuchkerian Burgui

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